La endometriosis es una enfermedad cuyo proceso de evolución es imprevisible y no debe ser tomada a la ligera. Algunas mujeres presentan adherencias que no se modifican mientras que en otras pueden desarrollarse de manera extensa entre órganos.
Pero, ¿qué son las adherencias pélvicas?
Las adherencias son bandas de tejido parecidos a una cicatriz que se forman entre dos superficies dentro del organismo y hacen que éstas se peguen.
Estas adherencias forman parte del proceso natural de curación en nuestro cuerpo, pero en el caso de una mujer con endometriosis, el proceso sufre una alteración importante, provocando procesos infecciosos inflamatorios que causan dolor, especialmente al moverse.
Estas adherencias causan que los tejidos u órganos se queden pegados y son una consecuencia patológica de la endometriosis, que se desarrolla en la cavidad abdomino-pélvica, provocando además procesos infecciosos e inflamatorios.
Dependiendo del caso de la paciente, las cicatrices pueden ser leves, con bandas elásticas delgadas de tejido cicatricial, o más graves, con la formación de bandas gruesas y fibrosas.
¿Cuándo las adherencias son de gravedad?
Cuando estas adherencias comprometen el aparato reproductor femenino como las trompas de falopio y ovarios, alterando su funcionamiento y siendo una causa directa de alteración reproductiva.
La endometriosis, al ser una enfermedad inflamatoria, produce fibrosis atrapando dichos órganos o destruyéndolos en el proceso, afectando así la fertilidad.
¿Cómo se quitan las adherencias?
Las mujeres que experimentan dolor pélvico crónico pueden someterse a una cirugía laparoscópica que permite remover las adherencias y restaurar el movimiento normal de los órganos, recuperando así su calidad de vida.
Si bien, existen casos en los que la paciente llega a presentar nuevas adherencias, afortunadamente, el progreso de la cirugía laparoscópica y el desarrollo de estos nuevos tratamientos preventivos pueden reducir las probabilidades de formación de adhesiones.